Pérdida de sensibilidad.

Bajo la telaraña más quejumbrosa, bajo las miradas de un alegre semblante, bajo un día gris, el autoconvencimiento llega a la raíz del cielo alumbrado por las estrellas con temor
a la arena y al viento.
Con reflejos de la luna, una dama se encontraba bajo su ventana y pidió un deseo.
La cúal pensaba que era complejo y fruto de su malvada ira. Retumbaba en su mente
dicho deseo con cierto temor, por ser tan egoísta sus sentimientos perdió.
¿Quién se los llevó? El señor de los vientos,de los mares, de los bosques..se los llevó, para que otra persona merecedora recogiese lo que ella perdió.