
Seguían danzando las hojas otoñales alrededor del melancólico lugar, y de repente ¡Nieva!, pero a la vez las flores salen de su pequeña cárcel invernal. Una pareja se coge de la mano, se miran y caen en un fugaz beso. Un copo de nieve se desliza hacia ellos y observa la gloriosa Torre Eiffel.
¿Es un sueño?
No, es la bohemia de un sueño.
La perfecta percepción de una ilusa del amor.
Del primer beso adictivo,
el pequeño suspiro del gnomo enamoradizo,
la sobrevalorada sensación de atracción de imanes.
Las nubes han bajado del cielo, el sol está en su corazón.
Porque la mente distraida se mantiene y el corazón cálido persiste,
pero la ciudad de París unió aquel beso con un poco de magia.
Una magia simple, una magia inexplicable,
¿Quieres sentirla?
Mira a tu alrededor. Acercate a mí.
Precioso :D
ResponderEliminares muy frances, muy romantico.
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