viernes, 30 de diciembre de 2011

#Pequeño suspiro del gnomo#

Y empezó el tiovivo con la música celestial de unos niños riendo, una brisa leve y templada rozaba sus miradas tiernas.
Seguían danzando las hojas otoñales alrededor del melancólico lugar, y de repente ¡Nieva!, pero a la vez las flores salen de su pequeña cárcel invernal. Una pareja se coge de la mano, se miran y caen en un fugaz beso. Un copo de nieve se desliza hacia ellos y observa la gloriosa Torre Eiffel.
¿Es un sueño?

No, es la bohemia de un sueño.

La perfecta percepción de una ilusa del amor.

Del primer beso adictivo,
el pequeño suspiro
del gnomo enamoradizo,
la sobrevalorada
sensación de atracción de imanes.
Las nubes han bajado del cielo, el sol está en su corazón.
Porque la mente distraida se mantiene y el corazón cálido persiste,
pero la ciudad de París unió aquel beso
con un poco de magia.
Una magia simple, una magia inexplicable,

¿Quieres sentirla?
Mira a tu alrededor. Acercate a mí.

2 comentarios: