-Esa cara la tienes siempre.
El techo me absorbe en un solo pensamiento,
el tiempo pasa lentamente.
Minutos que se convierten en horas,
días que parecen semanas.
Vueltas y vueltas en una cama que parece
una tumba, una muerte en vida.
Coger un bolígrafo y escribir cada sensación realista,
ese realismo que a veces parece surrealista.
Como esos imanes de polos opuestos,
como las agujas de un reloj,
como la gasolina y el fuego.
Ahora lo entiendo bien, pero ha llegado el momento en el que tu tiempo se de la vuelta, que recupere su importancia asi como el brillo que ahora y siempre habra en tus ojos
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